Leyes Mentales
Reunión de Jóvenes - 8 de Abril 2011
En Seicho-No-Ie estudiamos las Las leyes mentales porque nos proporcionan libertad, alegría, salud, prosperidad y paz las a las personas que logran comprenderlas y aplicarlas correctamente en su vida práctica.
Las leyes mentales están dentro de un término denominado metafísica, el cual significa “Algo que trasciende las leyes físicas y materiales (meta=trascender y física=ciencia de los fenómenos naturales). Entonces cuando aprenderemos a utilizar las leyes mentales lo que estamos haciendo es aprender a trascender la materia y lo que percibimos a través de los sentidos. Cuando hablamos de “Trascender” nos estamos refiriendo a “ver por sobre algo”. Ej. Si nosotros un día nublado pensáramos que el sol ha desaparecido porque no lo vemos, nos estaríamos dejando llevar por la materia, pues creemos sólo lo que nuestros ojos están viendo. Sin embargo, como sabemos, como tenemos la convicción de que el sol sigue existiendo –habiendo nubes o no que impidan el paso de la luz- estamos trascendiendo lo que nuestros ojos ven, estamos comprehendiendo por sobre la materia manifestada. Es de esta forma que vamos a aprender a vivir: viendo por sobre lo que nuestros 5 sentidos perciben y creyendo en lo que realmente existe: Un único y absoluto Dios de Amor, omnipotente y omnipresente.
Pero para entender cómo utilizar estas leyes en nuestra vida práctica, tenemos que entender en primer lugar qué en el principio del Universo existía a penas la Mente o el Espíritu. Esta Mente/Espíritu es etéreo, es decir, que trasciende el tiempo, el espacio y que es indivisible; lo contrario de la Materia. Entonces, para que este Universo en donde sólo existía la Mente llegara a convirtiese en lo que hoy conocemos, donde estamos rodeados de cosas materiales (incluido nuestro cuerpo), se necesitó que la Mente entrara en acción y comenzara a crear la materia que conocemos, y esto solo es posible por medio de la IDEA (manifestada en PALABRA escrita/hablada/pensada/sentida). Todo, absolutamente todo lo que vemos tuvo su origen en el momento que una idea entró en acción a través de la palabra; por lo tanto, podemos decir que la creación no es más que le proceso de actividad que ocurre a partir de la idea.
Seicho-No-Ie enseña que podemos influir en el rumbo de nuestra sociedad, de nuestro estado físico, de nuestro ambiente y en el destino de nosotros y las personas; en fin, de todo lo que se esté manifestando como material, pues aclaramos que las ideas se transforman en cosas concretas, en cosas tangibles. Entonces, al comprender las leyes que rigen el Universo y vivimos en forma armoniosa con ellas, alcanzamos la libertad infinita, transcendiendo cualquier limitación que podamos tener. Esto, porque no existen limitaciones en el mundo de las ideas, la Mente es infinita, podemos entrar en ella cuánto queremos, y si es así de infinita e ilimitada, sólo necesitamos que entre en acción para que se concretice de forma material.
Para lograr creer realmente en este maravilloso poder que tiene la Mente y la Palabra como “salvadora” de nuestra vida y usarla obteniendo resultados, debemos entender que la Mente que rige el Universo entero y Nuestra Mente (que rige nuestra vida) están interligados en esencia; es decir, comparten una única fuerza creadora. Si entendemos esto, estaríamos comprendiendo entonces que es la misma fuerza ilimitada creadora de todo lo existente la que crea también mi vida a través de mi mente. Me permite, por ende, confiar en esta fuerza universal y liberarme de la creencia que mi mente es limitada y pequeña por ser humana; todo lo contario, me convierte en un ser capaz de crear ilimitadamente, pues no es mi fuerza la que está entrando en acción, es la fuerza del universo. Confiando en la Gran Vida, hacemos que la fuerza creadora del universo entre en acción y se manifieste por entero en nuestra vida; y esta Gran Vida no es otra cosa que Dios.
La Fuerza Creadora y curativa proviene de Dios, por lo tanto es sagrada; y es regida por la ley que dice: “Siendo el ser humano hijo de Dios, la perfección le es inherente. El cuerpo físico y el destino puede presentar variados aspectos, éstos dependerán de las ideas que sean elaboradas en la mente”. Cuando la persona elabora la idea que es HIJA DE DIOS PERFECTA construye una vida y destino feliz, y cuando cree –de manera consciente o inconsciente- que es hija del pecado, destruye su vida. La fuerza que crea el mundo fenoménico, el mundo de la materia que es el que percibimos con nuestros sentidos carnales, puede ser positivo o negativo, dependiendo de la idea que la mente humana está elaborando.
La esencia del mundo es genuinamente espiritual y siendo así, la mente es capaz de comandar libremente todas las cosas porque están hablando de “igual a igual”; de mente a mente. La filosofía de la Imagen Verdadera (filosofía que predica el mundo perfecto, es decir Seicho-No-Ie), tiene como finalidad enseñar que el hombre es capaz de fundirse con el Espíritu que rige la creación del Universo y actuar junto con Él, lo que le posibilita realizar todo lo que desea. Al yo ser uno, al yo fundirme con esta gran fuerza creadora, con esta gran energía, obtengo de ella su poder y logro manifestar en mi vida todo lo que deseo, pues me convierto en un canal de Energía. Cuando confío plenamente en esto, y tengo la convicción de que yo y Dios somos un solo ser, de que mi fuerza creadora y la fuerza creadora del universo es la misma, ya no estoy viéndome como un simple ser humano con limitaciones y de origen material, sino que me estoy reconociendo como un ser Divino y Sagrado, que confía en que todo lo que desea e idea se concretizará pues no es su fuerza la que lo logrará, sino una fuerza mayor, omnipotente y omnipresente.
En qué consiste la Ley que comanda el destino
Es el Medio por el cual la Fuerza del Universo se manifiesta en el mundo fenoménico. La felicidad de una persona depende de cómo actúe según las exigencias de esta ley, conociéndola o no. Se trata de una ley que nadie ni nada consigue violar ni evitar. Las frases “Cosechas lo que siembras”, “Será hecho conforme a tu fe”, “Las personas se vuelven aquello que creen ser”. Por la ley de causa y efecto creamos en nuestra vida el paraíso o el infierno; pero quien sea capaz de usarla con sabiduría y amor se volverá un victorioso, un ser autónomo capaz de dominar el propio destino.
La grande ley de causa y efecto, también conocida como acción y reacción, está relacionada con la verdad horizontal, que es la ley que rige las manifestaciones de los mundos fenoménicos (material, astral y espiritual). Según esta Ley, todo lo que lanzamos como causa se devuelve concretizado como un hecho o una circunstancia. Hace parte de la ley inmutable, ley de causalidad. Es la ley que dice: Cuando hay una causa, viene infaliblemente el efecto. Una vez que el individuo creo la causa, no logra huir de la consecuencia por más astuto que sea. La consecuencia vendrá infaliblemente, tarde o temprano, si no viene de la misma forma, viene de otra. De cualquier manera, la persona tendrá que recoger los frutos.
Es una forma que tiene el universo para estar en equilibrio.
- · Sobre la Creación y la aparición del Karma.
El efecto de una acción realizada queda almacenada en el subconciente en forma de “posibilidad de realización”, esperando una oportunidad donde pueda manifestarse; por eso no se sabe cuándo se materializará, pero indudablemente lo hará; inclusive puede quedar guardado de una reencarnación a otra (explicar cómo funciona la vida luego que el cuerpo carnal muere).
Karma es un conjunto de acciones/pensamientos del pasado que se encuentran almacenados en nuestra mente en cuanto nacemos y renacemos en este mundo. Lo que estamos viviendo hoy en día es justamente la materialización de karmas que teníamos en nuestra “maleta de causas” y que han encontrado, ahora, la oportunidad de materializarse; es por eso que no podemos culpar a nadie por lo que estamos viviendo, nosotros somos los que construimos nuestro propio destino.
El hombre, a través de sus actos –buenos y malos-, va creando una lista de crédito o deudas, las cuales tendrá que ir saldando a medida que pase el tiempo.
- · Ley sobre “Los Semejantes se atraen”
Esta ley nos dice que atraemos a nuestra vida, personas y situaciones, correspondiente a los pensamientos (positivos y negativos) que tenemos en nuestro consciente y subconsciente. Es decir, nuestra vida fenoménica es expresión de nuestros pensamientos y sentimientos, nuestra vida es espejo de nosotros. Podríamos preguntarnos, “¿por qué me ocurren estas cosas a mi si soy tan buena?, ¿por qué siempre aparecen en nuestra vida personas que me mienten?” por ejemplo. Es porque a nivel consciente (5%) actúo de una forma, pero en mi subconsciente (95%) tengo otros pensamientos que están atrayendo dichas situaciones.
Esta ley sirve para mostrarme cómo estoy actuando, como actué, los pensamientos que acumulé o he acumulado, pues son un espejo de nuestro subconsciente.
En nuestra vida material se manifestarán cosas buenas o malas, atraeremos personas que nos quieren hacer el bien o nos pueden perjudicar, o situaciones que nos gusten o no, dependiendo de los pensamientos que tengamos.
Estas leyes no tienen como objetivo castigar a las personas por los errores que hayan cometido, sino para que todas las personas puedan crecer espiritualmente. Pues, cuando logro ver la Imagen Verdadera (la perfección que hay detrás, no ser condescendiente ni tolerar simplemente) de todas las cosas, situaciones y personas que aparecen en mi vida, aceptándolas dócilmente, perdonando si alguna vez me sentí herida, estaré aceptándome, perdonándome y limpiando de mi mente esos pensamientos que hicieron que en algún momento los atrajera a mí.
Si bien estas leyes son inmutables, no dejan de ser leyes que se manifiestan exclusivamente en el mundo fenoménico. Como explicábamos antes, existe el mundo de la Imagen Verdadera y el mundo fenoménico; mientras en el mundo fenoménico se pueden manifestar cosas negativas, lo que verdaderamente existe es el Mundo de la Imagen Verdadera, el mundo perfecto creado por Dios.
La única manera de trascender el karma es teniendo la firme convicción de que lo que realmente existe es este mundo perfecto creado por Dios, que yo siendo Hija/o de Dios sólo podré pensar, sentir y decir cosas positivas, pues un hijo de Dios es incapaz de realizar el mal. Al tener esta actitud mental estaré atrayendo y manifestando en mi vida exclusivamente el Bien.
1. Creer en nosotros mismos, somos Hijos de Dios, perfectos y maravillosos dotados de capacidad infinita.
2. Si deseamos algo debemos tener la convicción de que ese deseo ya existe para nosotros, nuestro deseo ya fue concedido.
3. No auto limitarnos, si tomamos conciencia que Dios está dentro de nosotros y para
Dios no hay límites, no hay imposibles; para nosotros tampoco.
4. Trabajar para los demás, pues según los designios de esta ley “quien da, recibe”.
5. Despertar la Sabiduría Divina que existe dentro de nosotros practicando la Meditación Shinsokán.
Si bien hay un porcentaje de pensamientos que ya traemos en nuestro subconciente por vidas pasadas, experiencias de la niñéz, etc, existe la posibilidad de revertir estos pensamientos y sentimientos acumulados a través de la repetición constante de palabras positivas. De esta manera nuestro subconciente se estará “renovando” y llenándose sólo con pensamientos positivos.
Una vez conocida esta ley, podemos usarla a nuestro favor, para atraer hacia nosotros buenas personas, buenas ideas, situaciones felices, ¿cómo? Tomando la decisión de mantener siempre pensamientos constructivos y optimistas, así si queremos circunstancias felices en nuestra vida, hagamos cosas que hagan felices a los demás, si queremos un pololo o polola cariñosa, seamos cariñosos primero nosotros con las personas, si queremos de nuestros padres cariño y atención, seamos atentos y cariñosos, con ellos, etc… Así, con la mente dirigida sólo hacia Dios que es lo positivo, captaremos y recibiremos solo cosas buenas. Pero, para mantener la mente dirigida hacia esa dirección, es necesaria también la fuerza de voluntad y mucha práctica.
La Sede Internacional de Seicho-No-Ie lanzó, hace tres años, un plan quinquenal que busca la reducción de emisión de gas carbónico en las actividades de la organización. Bautizado de “Movimiento del crecimiento en comunión con la naturaleza”, el plan ya obtuvo avances, entre ellos la conquista del Certificado ISO 14.001 por Seicho-No-Ie del Brasil, hecho elogiado por el Supremo Presidente de Seicho-No-Ie, Profesor Masanobu Taniguchi.
