Oración para encontrar la Mitad del Alma
El matrimonio no se realiza cuando en el subconciente de la persona está grabada la idea de que "la vida conyugal es una desgracia", por haber presenciado desde la niñez-en algunos casos- la desarmonía conyugal de sus padres. Si este es su caso, trate de eliminar de su sunconciente tal idea a través de la práctica Meditación Shinsokán, la lectura de sutras sagradas y el agradecimiento a sus padres (gracias papá, gracias mamá, el matrimonio es una bendición, etc).
Si eres joven, puede ser que no esté satisfecha con el hecho de haber nacido mujer. En este caso, debe comenzar a sentirse feliz y agradecer a sus padres por el hecho de ser mujer, de ser femenina, etc. Para eso, afirme lo feliz que se siente siendo mujer, agradeciéndolo muchas veces al día, todos los días.
A continuación mentalice diariamente la siguiente oración:
Oh Dios, sé que existe en este mundo una persona que estás reservando para mi,
y es la otra mitad de mi alma.
En el fondo de mi alma, sé dónde esa persona se encuentra en este momento.
Donde quiera que él/ella se encuentre,
la fuerza magnética del amor hará que nos aproximemos infaliblemente
y, entonces, se dará una unión armoniosa y bendita por todos.
Te agradezco Dios, por haber creado la otra mitad de mi alma
y porque estás preparando todo para conducirnos a un matrimonio feliz.
Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias.
Si eres joven, puede ser que no esté satisfecha con el hecho de haber nacido mujer. En este caso, debe comenzar a sentirse feliz y agradecer a sus padres por el hecho de ser mujer, de ser femenina, etc. Para eso, afirme lo feliz que se siente siendo mujer, agradeciéndolo muchas veces al día, todos los días.
A continuación mentalice diariamente la siguiente oración:
Oh Dios, sé que existe en este mundo una persona que estás reservando para mi,
y es la otra mitad de mi alma.
En el fondo de mi alma, sé dónde esa persona se encuentra en este momento.
Donde quiera que él/ella se encuentre,
la fuerza magnética del amor hará que nos aproximemos infaliblemente
y, entonces, se dará una unión armoniosa y bendita por todos.
Te agradezco Dios, por haber creado la otra mitad de mi alma
y porque estás preparando todo para conducirnos a un matrimonio feliz.
Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias.