
- Unión con Dios:
Si por casualidad, tiene algún complejo de inferioridad o algún tipo de miedo, significa que le falta fortalecer el sentimiento de unión con Dios. Siempre que pueda, en los intervalos de trabajo, al despertar y al dormir pronuncie en voz baja, unas veinte veces con los ojos cerrados:
"No nací por mi propia fuerza.
Nací por el poder de Dios.
Dios me colocó en este mundo
y Él me protege.
No tengo nada que temer".
Mentalizar que el hombre es un solo ser con Dios es la Oración Meditativa Shinsokán. Las palabras pronunciadas fervorosamente, con los ojos cerrados y concentrando el espíritu, se instalan en el subconsciente y tiene el poder de cambiar su tendencia mental.
- Eleve su valor interno:
La demostración tiene un efecto sorprendente cuando deja de ser una simple expresión y se convierte en acción. Incluso, la manifestación de la opinión de una minoría de personas, cuando es bien organizada y presentada, puede dar la impresión que representa el pensamiento de la mayoría.
Todo contenido permanece desconocido si no es demostrado mediante la acción, y de esta forma, no tendrá ningún efecto en las personas. Sin embargo, si se realizan solo exhibiciones, al final podrá revelarse un contenido pobre. Por lo tanto, simultáneamente a la demostración, se debe profundizar el contenido. Para ahondar en el contenido es necesario practicar constantemente la Oración Meditativa Shinsokán a fin de exteriorizar el hijo de Dios que es el verdadero ser. Al mismo tiempo, es importante estudiar a fin de transformar en capacidad real la convicción obtenida mediante la Oración Meditativa Shinsokán. Es necesario evaluar correctamente la realidad de uno mismo y elevar su valor.
(De la Revista "Sea Feliz" N° 101)