¿Cómo escojer nuestro futuro?

Entre Los jóvenes que asisten aún al colegio son pocos los que ya decidieron qué serán en el futuro: “Seré tal cosa cuando adulto”. En realidad, en esos momentos no es necesario tomar una decisión a una edad tan temprana. Mientras aún se asiste al colegio lo importante es dedicarse completamente a las actividades escolares y en aquellas actividades que voluntariamente nos comprometimos (deportivas, religiosas, sociales, etc.) cultivando un carácter honesto que no tolere dejar trabajos incompletos.

Debemos tener claridad en que el destino de cada persona es proyección del actual estado mental, es decir, nuestros pensamientos si son positivos y alegres construirán un feliz futuro y pensamientos sombríos dan lugar a un destino triste lleno de complicaciones.
Por lo tanto, lo importante es que teniendo claro o no a qué se dedicarán en el futuro debe dedicarse de lleno a las ocupaciones del momento presente con sentimiento e gratitud y alegría olvidando los hechos negativos pasados y solamente pensando en el futuro con la seguridad de que alcanzará el éxito en cualquier profesión.

Cada persona madura en un momento diferente:

Hay personas que desde niños supieron claramente qué harían en el futuro y condujeron sus talentos en esa dirección, y otros que llegando a la juventud no lo tienen claro y no saben a qué se dedicarán en el futuro. Es incorrecto e imposible decir que uno sea superior al otro.
El gran pintor japonés Sanzo Wada gustaba mucho de dibujar desde los 5 años de edad. Su alegría consistía en pasar todo el tempo dibujando. Lo mismo ocurría con Amadeus Mozart que desde muy pequeño componía y tocaba conciertos para piano. Otro ejemplo es George Westinghouse, destacada figura el en ámbito electrónico por construir la primera locomotora eléctrica. Él ya a los 6 años construyó una desgranadora de cereales, inventada por él mismo. Puede verse que su vocación por las máquinas la manifestó desde muy pequeño.
Sin embargo, aunque existan innatamente la vocación y el talento dentro de una persona, si no hay un ambiente que los estimule durante la niñez, esos talentos no conseguirán germinar, crecer y florecer y serán como semillas guardadas dentro de un cajón. Por lo tanto, si uno no ha manifestado algún talento o vocación hasta el momento, no es que no exista, sino que no se han dado las condiciones para desarrollarlos.

En el caso de Westinghouse él nació en una ciudad al interior de Nueva Cork en Estados Unidos. Su padre, bastante pobre era al mismo tiempo ebanista y labrador y fueron esos trabajos y el ambiente los que estimularon su talento para construir máquinas que existía en el interior de ese niño y propició que se exteriorizara.
Aunque en la adolescencia no sepa qué camino seguir:
Como sabemos la mayoría de las personas no saben durante la niñez qué harán cuando adultos. George Eastman, famosos en el mundo entero como el rey de las cámaras fotográficas, también estaba entre los que no sabía qué hacer con su futuro.
Él nació en 1854 y siendo muy pequeño sus padres se mudaron al estado de Nueva York donde su padre fundó una escuela de comercio y falleció dejando una inmensa deuda. Su madre, entonces abrió una pensión y al tiempo que pagaba la deuda costeaba los estudios de su hijo. Sin embargo, a los 15 años su madre le confesó que por la situación económica ya no podría mantenerlo en la escuela.

En verdad, se hace difícil ponerse en el lugar de este joven, tuviese o no definido su futuro debía forzosamente ganar dinero para vivir. En esos momentos es de gran utilidad la seriedad para enfrentar la situación y si no queda otro remedio que trabajar sin poder seguir estudiando, debemos dedicarnos al trabajo plenamente.

En una situación así, las personas, así como este joven, se plantean la pregunta de si podrán ser alguien en la vida a pesar de no conseguir un diploma. Pues bien, no siempre el hecho de no terminar el colegio o no asistir a la Universidad es causa de infelicidad. Muchos grandes hombres no terminaron sus estudios, y también muchas personas que tienen títulos universitarios que no llegan a tener tanto éxito.

Entonces, podemos deducir que los estudios no garantizan ni felicidad ni éxito, entonces ¿con qué fin se asiste a la escuela o a la universidad? Es para ser útil a la sociedad. Entonces, aunque una persona no consiga terminar sus estudios, será una gran persona cuando logre ser útil a la sociedad, o, en el caso de un joven que no tiene claro a qué dedicarse, si no sabe qué estudiar y siente aflicción, puede mientras logra encontrar su vocación o talento, esmerarse en ejecutar algún trabajo que sea útil a la sociedad. Eso fue lo que hizo el joven Eastman, entonces olvidó su tristeza y pudo llevar una vida alegre.

Esto no quiere decir que él olvidó sus sueños y que decidió en ese momento su futuro, sino que se dio cuenta de la importancia de vivificar el ahora, manifestando toda su fuerza interior de hijo de Dios y dedicándose por entero a su vida presente. Al ejecutar trabajos útiles a los otros que están a nuestro alcance en el momento presente, surgen ideas y recursos para un brillante futuro.

Entregue a Dios las situaciones difíciles:

No nos angustiemos ni suframos por el futuro, por no saber qué decisión tomar con respecto a nuestro futuro. Dios es nuestro Padre celestial y sabe de nuestras necesidades, por lo tanto, Él nos guiará sobre qué camino seguir. Para recibir su orientación y lograr un brillante futuro debemos poner todo nuestro empeño en el momento presente. Las personas que aún no deciden qué hacer en el futuro, descubrirán naturalmente el objetivo último de su existencia mientras se dedican seriamente a su ocupación actual. Esto se asemeja al hecho de que mientras permanezcamos sin subir una montaña no podemos ver el paisaje amplio que se divisa desde su cima, y para verlo la única manera es ir subiendo la montaña y mientras más vaya subiendo más amplio se va tornando el paisaje.

El hecho de poseer capacidad infinita:

El ser humano debe procurar tener un objetivo o vocación en la vida, aunque en algún momento no sepa qué hacer, su meta deberá ser simplemente ser útil a los otros. Con el tiempo descubrirá cuál es y deberá esforzarse por alcanzarla, y ese esfuerzo debe ser honrado ya que sería mentirnos a nosotros mismos lograr nuestras metas de un modo fraudulento. Si el joven concientiza que es hijo de Dios y tiene capacidad infinita no necesitará mentir ni atropellar a otros para lograr sus objetivos. Esa confianza también nos permite no ser influenciados por opiniones negativas que dudan de nuestra capacidad. Si nuestro objetivo es correcto, lo deseamos desde el fondo del corazón y hace el bien a los otros sin dañar a alguien, con certeza Dios nos guiará para lograrlo.

Progresa quien ama a sus padres:

Quien siente gratitud a sus padres, logra progresar recibiendo la orientación de Dios. Sucede con frecuencia que en hogares bien abastecidos los hijos no sienten mucha gratitud hacia sus padres porque sienten que no se esfuerzan demasiado por ellos, al revés que el dicho popular “En hogares pobres, hijos dedicados”. Cualquiera sea el caso siempre debemos estar agradecidos de nuestros padres ya que ellos nos han dado la oportunidad de venir al mundo.
Tenemos que aprender entonces también que el dinero es valioso fruto del trabajo y a utilizarlo sabiamente sin malgastarlo, pues quien desperdicia el dinero y las cosas también pierde los bienes acumulados en el mundo invisible y perjudica su futuro.
Al recibir su primer sueldo, como gratitud a su madre se lo ofreció, sin embargo, ella lo rechazó pues sabía que algún día sería muy útil para él.

Dedicarse de todo corazón con constancia:

El mejor medio para asegurarse un futuro promisorio es esforzarse en el trabajo actual, con dedicación y constancia aunque ese trabajo no represente el objetivo último que desee alcanzar. Pensando así, el joven Eastman además de trabajar se dedicó a estudiar por su cuenta. Esto fue recompensado ya que llegó a ser jefe de contabilidad.

El destino muda naturalmente bajo la orientación de Dios:

Un día el destino del joven Eastman cambió radicalmente, cayó enfermo por exceso de trabajo. Sin embargo, el hombre siendo hijo de Dios nunca se enferma por exceso de trabajo, sino que este fue un medio que usó Dios como premio a su esfuerzo para llegar más de prisa a su meta en la vida. Como tratamiento médico le recetaron dos meses de descanso en un lugar de bellos paisajes. Para aprovechar el tiempo llevó una máquina fotográfica, las que en esa época eran de difícil manipulación. Siendo jefe de contabilidad no entendía mucho de máquinas pero examinándola vio una manera de perfeccionarla y se empeñó en inventar una máquina fotográfica práctica. En aquella época se utilizaba una placa de vidrio húmedo que dificultaba su uso. Entonces él inventó una placa seca que fue lanzada al mercado con éxito y se dedicó a fabricarlas dejando su antiguo empleo. Sin embargo, un año después cesó de recibir pedido, pues sus placas al estar mucho tiempo guardadas perdían su sensibilidad a la luz perdiendo su utilidad. Eastman que era muy honesto dejó de fabricarlas y las retiró del mercado para que no cayera en manos de los consumidores un producto de mala calidad. Sin abandonar sus sueños, viajó a Inglaterra a estudiar en un laboratorio de fotografía con el dinero que ahorró todos esos años. Con nuevo ánimo y conocimientos logró crear una placa fotográfica seca que no alterara su sensibilidad a la luz el paso del tiempo y se dedicó nuevamente a la producción. Al principio hubo resistencia de los compradores por el aparente fracaso anterior, pero la honestidad que él había mostrado logró conquistara los consumidores. Fue así que no solo recibía pedidos de todo Estados Unidos sino también de otros países. Posteriormente inventó la película fotográfica y se dedicó a la venta de cámaras Kodak bajo el slogan “Fotografíe apenas apretando un botón y nosotros nos encargamos del resto”. Fue así que pasó a ser llamado el “rey de las cámaras fotográficas”.
Con este ejemplo de vida, nos damos cuenta que no es necesario entristecerse por no saber qué hacer en el futuro, pues esa es una gran pérdida de tiempo y energía, si no que aprovechémoslo dedicándonos honestamente, de cuerpo y alma, aquí y ahora, a beneficiar al prójimo y así como sucedió con el joven Eastman serán orientados por Dios para cumplir esa especial misión en la Vida que Dios desde un principio le tiene encomendada a cada uno y que solo la misma persona puede cumplir.